- 1 o 2 rodajas de merluza por persona (también pueden ser supremas de merluza).
- 1 cebolla pequeña.
- 2 dientes de ajo.
- Medio vaso de vino blanco.
- Un vaso de caldo de pescado.
- Una cucharada de harina (de arroz).
- Aceite de oliva.
- Sal.
- Perejil bien picado.
- Un puñado de almejas (opcional).
ELABORACIÓN:
- Pelamos y picamos los dientes de ajo y los doramos en una cazuela baja con cuidado de que no se quemen.
- Unos segundos después de echar los ajos, echamos la cebolla ya picada, y dejamos sofreír hasta que esté bien pochada.
- Añadimos la cucharada de harina, removemos bien y rehogamos durante un par de minutos.
- A continuación añadimos el vino y esperamos unos minutos a que evapore.
- Cuando el vino ha evaporado, añadimos el caldo de pescado, que ha de estar caliente.
- Echar sal (hay que ir con cuidado, porque el caldo de pescado quizás ya lleva sal, y si echamos almejas, también salan).
- Dejamos cocer durante unos diez minutos, sacudiendo la cazuela de vez en cuando para que se trabe bien la salsa.
- Pasado este tiempo añadimos el perejil picado y removemos.
- Añadimos la merluza, previamente salada por ambas caras, y las almejas (si las echamos).
- Dejaremos cocer a fuego medio-bajo entre tres y cinco minutos y daremos la vuelta al pescado otros tres o cinco minutos más.
- Mientras se hace el pescado podemos menear la cazuela suavemente para que la salsa vaya ligando.
- A medida que se abren las almejas se retiran del fuego para que no se endurezcan, y cuando la merluza está casi hecha, se echan de nuevo al guiso para que no resulten frías.
- Se puede servir acompañado de un bol de arroz para aprovechar la salsa.
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